Con la llegada del coronavirus las personas temen salir a la calle y contagiarse, pero más que eso es contagiar a sus seres queridos. Para identificar los indicios de esta enfermedad la OMS nos brinda como principales síntomas: fiebre, tos , dificultad para respirar y pérdida del olfato. 

El no poder identificar olores fue una alerta que asustó a muchos, pensando que es una huella para toda la vida. Pero un estudio reveló la razón y además, concluyó que no sería un daño permanente.

Según el estudio ‘’La enfermedad no provoca daño directo en la neuronas’’  y además la Universidad de Harvard informó que el SARS-CoV-2 (nombre del nuevo coronavirus) “afecta a las células que proporcionan soporte metabólico y estructural a las neuronas sensoriales olfativas, pero no a las neuronas que detectan y transmiten el olfato al cerebro”.

Día a día se siguen investigando las secuelas y las armas necesarias para ganar la batalla de esta infección viral. Por ahora, nos queda mantener un autocuidado permanente y velar por la salud de todos los que nos rodean y de nosotros mismos.

Además realizar un tratamiento con  medicina biológica que desintoxique el cuerpo usando terapéuticas innovadoras como la ozonoterapia , quien proporcionara al organismo un mejor estado para afrontar los molestos síntomas que nos aquejan debido a este nuevo virus.

Sin duda recuperarnos de este mal es un reto, que debemos asumir entre todos para preservar la vida y aprender a lidiar con una nueva realidad más consiente y llena de cuidados. Esta visto que el ser humano aún es vulnerable ante riesgos biológicos y solo la empatía entre los mismos logrará mantener una sociedad en donde hijos, padres y abuelos puedan seguir contando su historia a las nuevas generaciones.

El miedo sigue latente pero ya no ante las mismas circunstancias, cada día son más los que se suman a continuar con sus vidas a pesar del riesgo que se corre al salir a las calles; porque el temor a no poder conseguir un plato de comida se ha vuelto mayor al de la pandemia.

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